Dios creó las plantas y los animales con el fin de que se multipliquen: Entonces dijo Dios: "Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. "
Dios creó al hombre con el propósito de que se multiplique: "Fructificad y multiplicaos"
Dios dio a Jesús al mundo con el propósito de que se multiplique: "Y si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo."
Jesús sembró la Palabra a los efectos de que se multiplique: "Algunas producen cien, sesenta o treinta veces lo que se sembró."
Los apóstoles predicaron la Palabra con el propósito de multiplicación: "Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba."
Jesús nos enseñó a buscar primeramente el reino y la justicia con el fin de que tengamos multiplicación: "y todas estas cosas os serán añadidas."
Jesús dijo que si le damos, recibiremos multiplicación: "Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo”
Jesús tomó los panes y los peces del joven muchacho con el propósito de multiplicarlos: "Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban sentados; y del mismo modo, distribuyeron el pescado, y comieron hasta saciarse ¡y de los pedazos que sobraron recogieron 12 canastas llenas!".
La fe está diseñada para multiplicarse: "por cuanto vuestra fe va creciendo."
El Reino de Dios está diseñado para producir multiplicación: "El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra... Porque la tierra da fruto por sí mismo, primero hierba, luego espiga, después la espiga llena de semillas”.
Dios es un Dios de multiplicación en todos los niveles y en todas las dimensiones. La gracia de Dios está viva en toda su creación para producir aumento. Dios quiere que haya aumento en tu vida; un aumento de la alegría, de paz, de amor, de fe, de salud, de visión, de fe y de los recursos. Es Dios quien da el crecimiento. Todo lo que hacemos es sembrar lo que Él ya nos ha dado y la multiplicación se llevará a cabo.