El propósito de Dios es tener compañerismo con seres como Él, creados a Su imagen, que lo amaran y le sirvieran desde su propio deseo y libre albedrío. Su visión original era llenar la tierra con hijos de Dios y extender el Jardín del Edén por toda la tierra.
Para ejercer tal libre albedrío, fue necesario que el hombre pudiera elegir, a fin de que sea verdaderamente libre; así que Dios puso una opción (el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal) en el Jardín para tener un hombre verdaderamente libre.
Dios también sabía que el hombre iba a tomar una mala decisión e iba a elegir ser independiente; pero Él tenía dos opciones: o resignaba Su deseo de tener hijos e hijas creados a Su imagen que lo amaran por propia decisión, o armar un plan que podía proveer redención al hombre para después que fallara, y así darle la oportunidad de volver a Él por su propio libre albedrío.
Si Dios hubiese decidido no hacer al hombre a Su imagen, Él se habría limitado a la relación que tenía con los ángeles, que no llevan su imagen, y Su deseo de llenar la tierra con hijos e hijas se habría extinguido.
Por lo tanto, teniendo fe en que muchos verdaderamente vendrían a Él y vivirían para Él por propia elección, y que tendría una familia de hijos e hijas a través del amor que nos mostró a través de Jesús, Dios aceptó el riesgo (por decirlo así) y continuó con Su plan para finalmente tener una creación que refleje Su bondad, amor y gloria.
Es la bondad de Dios la que nos guía al arrepentimiento (Romanos 2:4) y en Su corazón está el que nadie perezca (2 Pedro 3:9). Él amó a todo el mundo (Juan 3:16), Se ha reconciliado con el hombre pecador, y no nos imputa nuestros pecados (2Corintios 5:19). Todo lo que queda es que el hombre reciba Su amor y se una a Él en compañerismo y vida eterna (2Corintios 5:19-21).
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que Le aman” (1Corintios 2:9-10). Tenemos toda la eternidad para disfrutar con Dios (que es amor), y sin duda el universo será lleno de Sus hijos, vida abundante y gloria.