La fe se concibe por oír la Palabra de Dios en nuestro espíritu. Hasta que no tengamos una "revelación" de la verdad de la Palabra de Dios en nosotros, la fe se mantendrá en el nivel humano. Esto es una lucha que requiere usar el poder de la mente y fórmulas. Pero una vez que hemos oído a Dios (conocimiento revelado o ‘ver’ la respuesta, algo que se vivificó en nuestros espíritus, etc.) va a nacer la fe. ¡La fe viene por el oír!
Tú sabes que sabes que has oído a Dios cuando nace la fe.
Nosotros a menudo sólo nos damos cuenta que hemos oído a Dios por la fe que tenemos en algo. El ‘oír’ puede no haber sido un evento consciente, pero una mañana te despiertas energizado por algo que antes te parecía imposible. Tal vez el Espíritu dio testimonio a tu espíritu mientras dormías. Algunas semillas de la Palabra de Dios estaban en el suelo de tu corazón brotaron y nació la fe.
Esto se libera al actuar sobre ese ‘oír espiritual’. Cuando nace la fe sabrás qué hacer. Sabrás qué decir. No caminarás más en el reino de la duda. No puedes ver el fin desde el principio (rara vez lo harás), pero verás el siguiente paso. Tendrás la alegría del Señor. Tendrás la paz que sobrepasa todo entendimiento. Puede haber obstáculos en tu camino, pero cuando nace la fe, los obstáculos pasan a ser sólo lomos de burro (reductores de velocidad en las calles), no montañas.
El conocimiento de los sentidos hará todo lo posible para mantenernos atrapados en el reino de lo visible. Pero la fe nos lleva a lo invisible. Es la "convicción de lo que no se ve."
El conocimiento de los sentidos nos engaña con 'asentimiento mental. Se parece a la fe y muchos no pueden encontrar la diferencia. El asentimiento mental declara que la Palabra es verdad y que la Biblia es la voluntad de Dios para el hombre; se trata del conocimiento de los sentidos reconoce la verdad de la Palabra de Dios, pero no actúa sobre él.
La esperanza es siempre futura. Declara que ‘algún día sé que voy a tener’. Pero la fe es ahora. La fe declara que ‘por sus llagas he sido sanado’ ¡ya está hecho! Pero la esperanza dice: ‘Sé que debería tenerlo, pero por alguna razón no llega.’
La fe nace por el oír la Palabra de Dios en nuestro espíritu. Hasta entonces sólo lucharemos con nuestra fe humana.