“Pero la raíz de los justos no será removida.” (Proverbios12:3)
¡Me encanta escribir acerca de la justicia! Más que cualquier otra revelación que he recibido en mi vida, la revelación de la justicia ha tenido el mayor impacto. He estado caminando en una relación libre de culpa con Dios por tanto tiempo, que a menudo se me olvida cuántos cristianos siguen luchando en este área.
No estoy sugiriendo que nunca he cometido errores. Los cometí. Si pudiera rehacer algunas partes de mi vida, lo haría. Sin embargo, la justicia me ha sostenido y me dio poder para vencer a la auto-duda y la condenación y salir equipado para continuar con el propósito y destino que mi Dios me ha dado.
Como declaró Salomón, la raíz de los justos no se puede ser removida. Si la justicia es una raíz, viene de una semilla. Esa semilla es la Palabra de Dios incorruptible por la que hemos nacido de nuevo. Es la naturaleza misma de Dios. Es la expresión de Su amor, aceptación y bendición. Pablo declara en Romanos 5:17, que la justicia es un regalo.
Cuando vemos a los cristianos sacudidos y a la deriva en la vida, rodeados por el fracaso, el miedo y la escasez, no es más que un síntoma de no entender la justicia. La justicia no se trata de nuestro comportamiento; aun así, nuestro comportamiento se transformará más, cuando tenemos una revelación de la justicia. No se trata de no cometer un error. Se trata de la gracia para estar en la presencia de Dios sin miedo o culpa, independientemente de nuestra necesidad o debilidad. ¡Es una raíz que no se puede mover!
Los que viven por sus emociones y sentimientos son removidos fácilmente. Cada sentimiento, circunstancia y pensamiento negativo pone en peligro su paz y gozo. Los justos no tienen que vivir en ese nivel superficial de la vida. La justicia es el ancla divina que nos establece en la "roca" de Jesús. Es la liberación de la tensión de tener que agradar a Dios sin saber si uno está a la altura de lograrlo. ¡Estás a la altura porque Jesús fue medido en tu lugar! Descansa en Su justicia y permite que la raíz crezca en una vida fructífera.
“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.” (Isaías 54:17)